西语助手
2025-06-16
¡Ay, disculpa!
¿Alguna vez bostezaste porque alguien lo hizo?
No estás realmente cansado, pero de repente abres la boca, ¡ay, te sale un gran bostezo!
Este fenómeno se conoce como el bostezo contagioso,
y aunque los científicos aún no saben realmente por qué ocurre,
hay muchas hipótesis en estudio hoy en día.
Veamos algunas de las más importantes,
comenzando con dos hipótesis fisiológicas antes de hablar de la psicológica.
Nuestra primera hipótesis fisiológica dice que el bostezo contagioso es provocado por un estímulo específico,
un bostezo inicial, es lo que se conoce como patrón de acción fija.
Considera que el patrón de acción fija es un reflejo.
Tu bostezo me hace bostezar.
Similar al efecto dominó,
el bostezo de una persona hace que otra que está cerca y haya notado el bostezo, bostece.
Una vez que el reflejo se activa, debe seguir su curso.
¿Alguna vez has intentado dejar de bostezar una vez que has comenzado?
Prácticamente imposible.
Otra hipótesis fisiológica se conoce como la imitación inconsciente o el efecto camaleón.
Ocurre cuando imitas el comportamiento de alguien sin notarlo,
un acto sutil e involuntario de imitación.
Tendemos a imitar las posturas del otro.
Si estás sentado frente a otra persona que tiene las piernas cruzadas, quizás las cruces.
Esta hipótesis sugiere que bostezamos al ver a otra persona bostezar porque copiamos inconscientemente su comportamiento.
Los científicos creen que el efecto camaleón es posible gracias a un grupo de neuronas conocidas como neuronas espejo.
Las neuronas espejo son células cerebrales que responden igual cuando realizamos una acción que cuando vemos a alguien hacerlo.
Estas neuronas son importantes para el aprendizaje y la autoconciencia.
Por ejemplo, observar a alguien hacer algo como tejer o pintarse los labios puede ayudar a realizar esas mismas acciones de una forma más precisa.
Los estudios de neuroimágenes utilizando el fMRI, o resonancia magnética funcional,
muestran que cuando vemos a alguien bostezar o incluso escuchamos un bostezo,
un área específica del cerebro donde se localizan las neuronas espejos,
tiende a iluminarse, lo que a la vez hace que respondamos con la misma acción: bostezar.
Nuestra hipótesis psicológica también incluye la acción de estas neuronas espejo.
Lo llamaremos el bostezo de empatía.
La empatía es la habilidad de entender lo que alguien siente,
una habilidad clave en animales sociales como nosotros.
Recientemente, los neurocientíficos descubrieron un subconjunto de neuronas espejo que nos permite empatizar a un nivel más profundo.
Descubrieron esta respuesta empática mientras examinaban la primera hipótesis, el patrón de acción fijo.
El estudio se hizo para demostrar que los perros realizan un bostezo reflejo al mero sonido de un bostezo humano.
El estudio demostró que esto era cierto y también descubrió otra cosa:
los perros bostezan más frecuentemente junto a bostezos familiares como los de sus dueños,
que ante bostezos de extraños.
En esta investigación, estudios en humanos y primates muestran que el bostezo contagioso ocurre más entre amigos que entre desconocidos.
De hecho, el bostezo contagioso comienza a ocurrir alrededor de cuatro o cinco años,
cuando los niños logran identificar las emociones de los demás.
Mientras nuevos estudios científicos buscan demostrar que el bostezo contagioso se basa en la capacidad de empatía,
se necesitan más investigaciones para entender exactamente qué ocurre,
es posible que la respuesta esté en otra hipótesis.
La próxima vez que bosteces, reflexiona sobre ello.
¿Pensabas en el bostezo?
¿Alguien cerca de ti bostezo?
¿Fue un extraño o alguien que conocías?
¿Estás bostezando en este momento?
Para conocer historias fascinantes aventuras en el espacio exterior,
alucinante filosofía, las respuestas a las preguntas más fortuitas que tengas sobre tu cuerpo y más,
suscríbete a este canal.
Mantente conectado y curioso.
沙发还没有被抢走,赶紧过来坐会吧